sábado, 29 de marzo de 2014

Series con final feliz,la gran mentira.

Están las series que nos muestran la realidad de una forma extremadamente cruda y neuróticamente cruel y las edulcoradas, las de ‘vomitemos arco iris juntos’ que nos disfrazan la realidad en forma de gran mentira hasta tal punto que uno se siente estafado ante tan incoherencia. Como es un  país libre (bueno, me entendéis) , y quejarse más o menos gratis, me tomo la libertad de hablar sobre las segundas. Las que te suben un poquito la glucosa, no aptas para diabéticos y las perfectas para las más moñiles o un plan autodestructivo de tarrina de helado y pañuelos (no penséis mal).
 
Los protas totally in lof.
Estaba viendo yo una nueva serie recomendada por una personita de esas de las que te fías a la hora de elegir en que series invertir tu tiempo y no pude evitar tener pensamientos contradictorios allthetime. La serie en cuestión es My mad fat diary.
La mayoría de series creo que buscan que simpatices con su protagonista (incluso con algún antagonista con grandes dosis de carisma) pero en esta digamos que lo dejan un poco a tu experiencia y elección.

No os voy a resumir la serie porque para eso está gugel pero el caso es que #ojospoiler en la susodicha la protagonista de más de 100 kilos acaba fichando con el guaperras del instituto. Que yo no digo que esto no pueda pasar pero, no, es exactamente lo que estoy diciendo. Me explico: Casos extremos hay en todas partes, pero no dejan de ser eso, supuestos aislados , la excepción que confirma la regla. Y la regla es, señores, que al final el guapo elige a la guapa (a la no tan fea ,a la no tan gorda…antes de que me acribilléis recordar que hablamos de extremos y ahora refiero que hablo de movernos en la media de la normalidad), Disney no estaba tan desencaminado en eso.  Que si, que hay de todo en este mundo de Dios pero no me intentéis vender ciertas cosas porque por ahí no paso, me parecen cero creíbles, LO SIENTO.
No digo que por su físico ciertas personas estén condenadas a la soledad y al fracaso en el ámbito sentimental, ni tampoco que no puedan tener derecho a estar con quien quieran, pero la realidad es que por desgracia en esta sociedad valoramos demasiado un físico que está basado en unos estándares y criterios sociales determinados y prefijados que se supone que son la perfección. Y esto cuenta para todo.  
Es tan fácil y tan bonito hacer apología de los valores por encima de todo lo demás, del amor libre y todas esas cosas que prefiero destripároslo un poquito. (No significa que piense que como utopía sería perfecto)
¿Por qué vas a estar con un pseudo-orco pudiendo estar con un mozarrete esculpido por el mismísimo Miguel Ángel? Ah,si ,lo olvidaba, la personalidad.

¿Aceptamos el amor que creemos merecer o tenemos mayores expectativas?
Que tire la primera piedra aquel que viese una pareja donde uno de ellos desmereciese claramente al otro y no pensase eso de ‘la chupará bien’ o algo similar antes de tirar por el ‘tendrá una personalidad arrolladora’. Somos así, porque la experiencia nos ha hecho así.

Todos somos en mayor o menos grado y a nuestra manera superficiales. Y eso es una verdad como un templo Romano. Por suerte a veces el grado de superficialidad es mínimo y se anteponen cosas más importantes, como se supone que debe ser. Pero claro, yo aquí no he venido  a hablar de lo que debe ser, sino de lo que es o suele ser. Soy consciente de que esta entrada es la de la controversia, pero también he intentado ser un poco radical, porque amoldarse al pensamiento general o a la opinión más popular como digo no me va demasiado.Un beso guapers!

domingo, 16 de marzo de 2014

Todas las películas de miedo empiezan con una casa encantada.

6:30 de la tarde del 13 de noviembre de 1974, Ronald DeFeo Jr. de 23 años de edad irrumpe en el Henry's Bar en Amityville al grito de : "¡Tienen que ayudarme! ¡Creo que le dispararon a mi madre y padre!"






Efectivamente los padres de De Feo estaban muertos, así como el resto de miembros de su familia. Todos ellos fueron encontrados sobre sus respectivas camas con las cabezas apoyadas sobre los brazos cruzados. Todos habían sido fusilados por la espalda excepto la madre , que recibió un disparo en la cabeza. Habían sido previamente narcotizados para no poder despertarse. De Feo fue llevado a la estación de policía local donde finalmente el mismo confeso haber cometido los asesinatos , si también dijo que unas voces le habían obligado a hacerlo.
No extraña que el abogado de De Defeo montase su defensa basándose en que los hechos fueron cometidos bajo un episodio de locura transitoria . El psiquiatra de la defensa apoyó este diagnóstico , pero la acusación ,pese a admitir que DeFeo consumía drogas habitualmente, sostuvo que estaba consciente en el momento del crimen.
Así mismo  la afirmación de que Ronald DeFeo estuvo influenciado para cometer los asesinatos por espíritus de un cementerio indio en el lugar de 112 Ocean Avenue fue rechazada por los historiadores locales que argumentan que no hay evidencia suficiente para apoyar que el cementerio existió.
Parece que todo es más bien, una estrategia de la defensa y no una casa encantada hechizando inquilinos.
Sin embargo al poco de esta tragedia nos encontramos con el caso de otra familia que decide ‘echarle huevos’ y mudarse a la casa de Amytiville.
Se trata de George y Kathy Lutz, y los tres hijos de esta.
La familia Lutz se muda el 18 de diciembre 1975 sabiendo de la historia que acompaña a la casa que acaban de adquirir. Pero la oferta por la casa es demasiado buena y “después de todo, los fantasmas no matan, las casas tampoco, sólo matan las personas”.


Desde el primer día los Lutz dan cuenta 

de diferentes sucesos extraños , si quizá los

más aterradores tienen que ver con presencias
demoníacas que dicen percibir , Poltergeist,
fuertes olores y levitaciones de miembros de

la familia.


Según cuentan la familia , tras 28 días 

infernales, decide huir de la casa sin mirar

 atrás. 

Si bien estos son los hechos, ciertos o no, la 

realidad es que la estancia de los Lutz en la

 casa de los crímenes fue altamente 

rentabilizada. 

Poco después de lo sucedido Jay Anson, relata

 en“El horror vuelve a Amityville” la 

experiencia de la familia en la casa ,y además

 los Lutz participaban asiduamente en 

programas de Tv y radio así como en tertulias

 y conferencias varias. 

Hay partes de la historia que parecen

 confirmadas, otras que se han desmentido al 

contrastarse y diversas opiniones sobre el 

asunto. Se ha llegado a decir que el padrastro

 de los Luzt practicaba brujería y ocultismo y

 fue el mismo quien trato de invocar todos 

esos fenómenos paranormales.

Más tarde se descubriría que George Lutz y 

William Weber, abogado de R. deFeo se conocían

 y podrían haber llegado a un acuerdo. Los 

Lutz no pasaban por el mejor momento 

económico 

y Weber necesitaba hacer sólido el argumento 

de su defensa basado en que los asesinatos 

cometidos por DeFeo se llevaron a cabo bajo 

influencias malignas de la casa. Pues blanco y 

en botella.. parece resuelto así el caso. Como

 siempre puede ser que nos encante creer en 

estas historias de terror, sugestionarnos y la

 realidad al fin y al cabo es mucho más 

simple.

Sin embargo, tras toda la expectación que ha 

suscitado el asunto, finalmente el mayor de los

 hijos de la familia Lutz se ha decidido a 

contar la verdad de los hechos que el vivió 

en 

la casa Amytiville. Podéis leerlo aquí 

Otra curiosidad es que tanto Kathy como George
Lutz murieron a los 59 años mientras Ronald 
deFeo continua cumpliendo condena.



Esta casa os sonará de películas como 'la morada de el miedo' , si también contiene referencias a 'Expendiete Warren' dado que los
protagonistas del film Lorraine y Ed Warren en
la vida real  participaron en la
investigación de los posibles sucesos
paranormales en dicha casa.

En estos casos nunca podemos dejar la historia

 del todo cerrada, siempre habrá el que crea,

 el que quiera creer y el que todo lo 

contrario. Pasase lo que pasase, fuese en 

realidad fruto de un genial montaje 

publicitario o una estrategia de defensa que 

se fue de las manos lo que tengo claro es que

 al menos yo no dormiría en esa casa ni 

jartadevino!unbeso guapers!